Dijeron que Messi era un pecho frío, y que Zavaleta es una zona caliente. Que no sentía la camiseta, y que los villeros no sentimos el laburo. Que no era latinoamericano, y que nosotros no somos argentinos. Que sólo le importaba la plata, y que sólo nos importan los choripanes. Que era malo por haberse ido, y que somos malos por haber venido. Que vivía jugando a la play, y que vivimos mirando la tele. Que lamentablemente no era como Maradona, y que desgraciadamente somos como Maradona… A ustedes, barriletes cósmicos de los medios marcianos, ¡gracias! De no haber sido por la histórica estigmatización que sufrimos las villas, jamás nos hubiéramos atrevido a sospechar de los dedos que señalan a Lío. Pero el espanto nos encontró, como nos encuentra su fútbol, el amor al Diego y su inapelable argentinidad. Ojalá digan ahora que le pagamos o que nos vendimos, que lo hace por prensa o que lo hacemos por giles, que quiere hacerse el negrito o que queremos hacernos los chetos. Digan lo que quieran, pero ya no podrán tapar este grito al unísono de los “inmigrantes” villeros y el crack “europeo”, con el mundo a sus pies: ¡Aguante Argentina! La tienen adentro.
Este es el editorial del nuevo número de La Garganta poderosa, la revista que hacen los chicos de las Villas. Y viene a cuento porque lograron, una vez más, entrevistar a un ídolo popular: Lionel Messi. Y el valor de la revista no es sólo el reportaje con el mejor jugador del mundo sino también las imágenes. Leo se puso una remera de la Selección con el nombre de Mariano Ferreyra, hizo jueguito con un mapamundi y mostró una camiseta (también de la Selección ) que dice “Feliz cumple 51 Diego” (los cumplirá el 30 de octubre).
Algunas de las cosas que reveló Messi...
“Sé muy bien lo que siento y de dónde soy. No le tengo que demostrar nada a nadie. Ir por el mundo y encontrarme una camiseta argentina con mi nombre es lo máximo. Me emociona ver camisetas o banderas de Diego o el Che Guevara. Siempre que veo algo celeste y blanco voy y pregunto. Necesito sentirme cerca”.
“Me enorgullece más que se hable de lo que soy afuera de la cancha que adentro. Yo intento hacer las cosas bien porque sé que hay muchos chicos que se fijan en uno y es un orgullo ser un ejemplo para ellos por lo que hago adentro de la cancha pero sobre todo por el comportamiento que tengo afuera, siendo humilde, sin olvidarme de dónde salí y peleándola siempre. Por más que ahora esté bien econonómicamente, no siempre fue así. Por eso, uno jamás debe dejar de ayudar a los que más lo necesitan”.
“La fama y la plata no son lo más importante sino lo que uno es. Yo no soy ni mejor ni peor persona por lo que tengo. Me parece que la preocupación central para todos nosotros debe ser que todas las personas del mundo tengan un plato de comida”.
“Si una persona cae en el alcohol o en la droga no es el principal responsable, porque la causa del problema está en la falta de oportunidades. Se llega a eso porque no ha tenido educación y le han faltado muchas cosas. A veces uno se mete en el alcohol o en la droga para escapar, para huir de los problemas. Por eso, mi intención es trabajar con los más chicos, para evitar que cometan esos errores. Aunque a veces uno tiene parte de culpa, jamás es el ciento por ciento porque esta situación empieza en la necesidad”.
“Tuve la oportunidad de estar con Diego y charlar mucho. Todo lo que siento por él se lo dije en la cara. Yo ahora estoy viviendo muchas cosas por las que él ya pasó cuando era joven. Y aunque yo no sea muy demostrativo, el sabe muy bien todo lo que siento por él”.
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