
La cámara barilochense ya prefiguraba entonces lo que con el correr del tiempo iba a quedar palmariamente expuesto: una serie de maniobras tendientes a evitar que los miembros de la fuerza policial, y sus hombres del poder ejecutivo, quedaran atrapados dentro de cualquier investigación que los tuviera en la mira.
Luego vendría el intento sin éxito de "voltear" al Juez Lozada por la sentencia que dictara de interrupción de un embarazo, lo cual fue evitado por la presión popular y por el sano criterio del Superior Tribunal de Justicia, quien otra vez declaró la nulidad de lo actuado por esa cámara del crimen.
Y luego llegó su sospechoso apartamiento de la causa "Bonefoi", y más luego su escandaloso apartamiento en la causa "Cárdenas" y en "Carrasco". En todos los casos aparece un apellidoy apellido, que es el de Alejandro Ramos Mejía, miembro de la Cámara Criminal Primera, y padre de uno de los abogados que pidió un año atrás el juicio político de Lozada.... ¿será casualidad?...
Hay una ruta que es la de la impunidad, que siempre lleva hacia el mismo lugar en Bariloche. Si alguien afirma que es una casualidad, la verdad es que no lo creo.
FUENTE:ESCRITO POR ALEXA HIPÓLITO http://www.mensajerodigital.com
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