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10/5/11

¿Influyen los medios de comunicación en el “contagio” de suicidios?


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Entre los medios, existe un comprensible, extendido y paradójico tabú sobre el suicidio. Por un lado, el miedo entre los periodistas a fomentar la aparición de más suicidios restringe mucho la información seria que se aporta sobre este fenómeno. Por el otro, cuando la persona que se suicida es famosa y/o su suicidio ocurre en circunstancias morbosas, muchos medios no dudan en acercarse frívolamente al asunto desde las páginas de sucesos. Pero, ¿es cierto que hablar desde los medios sobre suicidios induce a más suicidios o puede ser, al contrario, un buen recurso para prevenirlos?

Se ha comprobado en numerosos estudios que tanto la televisión, como los periódicos, Internet, el cine y los libros pueden inducir a un comportamiento suicida en aquellas personas susceptibles a ello (en la absoluta mayoría de los casos (90%), por padecer trastornos mentales). Ahora bien, esta influencia negativa de los medios se debe principalmente a cómo se trata la información. Los “factores de riesgo” que pueden hacer de un artículo un potencial inductor de suicidios (y, por lo tanto, un peligro potencial para la salud pública) son los siguientes:

-Se informa de un caso de suicidio con dramatismo, frivolidad o romanticismo
-Se especifica el método de suicidio, sobre todo si es con detalle
-Se muestran fotos de la persona que se ha suicidado
-Se trata con mucha importancia un caso de suicidio, con grandes titulares y en primeras páginas
-Se informa sobre el caso de suicidio de una persona famosa

En 1962, todos estos factores de riesgo se reunieron trágicamente en multitud de medios de comunicación con el suicidio de Marilyn Monroe. Los resultados no se hicieron esperar, un incremento del 12% del índice de suicidios (197 casos más) en Estados Unidos al mes siguiente de la muerte de la celebridad.

Sin embargo, estos datos no tienen por qué justificar la omisión absoluta del suicidio en los medios de comunicación. Al contrario, de la misma forma que se ha comprobado que un tratamiento poco adecuado del suicidio puede inducir al “contagio”, también se ha visto que un trato correcto de la información acerca del tema puede resultar útil como prevención de suicidios. De hecho, no son pocas las guías periodísticas informando sobre el correcto tratamiento del tema del suicidio. En “Reporting on Suicide: Recommendations for the media” tienen disponible un esclarecedor y riguroso manual sobre cómo tratar el suicidio.

Ahora que el suicidio va a pasar un tema de actualidad y, por tanto, va a ser tratado con mucho más detenimiento es imprescindible que los periodistas y cualquier persona que informe sobre el tema sigan estas sencillas reglas y eviten los “factores de riesgo” anteriores:

-Informar sobre si la persona sufría un trastorno mental y estaba o no en tratamiento
-Informar sobre si existían problemas de drogadicción
-Animar a los lectores/espectadores que se encuentren en una situación difícil a la búsqueda de ayuda profesional y resaltar la utilidad de tratamientos efectivos para su situación
-Tratar no sólo los aspectos negativos de la persona que se ha suicidado sino también los positivos para un retrato equilibrado

Un ejemplo paradigmático del beneficio para la sociedad que supone hacer un buen tratamiento informativo del suicidio es el peculiar caso de Viena entre los años 80-90. Después de que en 1978 se terminara de construir el metro, se volvió algo totalmente aceptable el hecho de suicidarse allí y los índices de suicidio se incrementaron alarmantemente. Los medios, además, echaban más leña al fuego informando constantemente de los suicidios de una manera trágica.

Se decidió tomar cartas en el asunto y se creó una Asociación Austriaca para la Prevención del Suicidio. Esta asociación emitió una serie de guías a los medios y se realizó una campaña mediática en 1987. El trato de los medios con respecto al suicidio cambió y los casos de suicidio en el metro disminuyeron en más del 80% a partir de la campaña en 1987 y el índice de suicidios se mantuvo bajo desde entonces.

Los medios de comunicación tienen más influencia de la que piensan en temas de salud. En el asunto del suicidio esto se vuelve aún más evidente. Hagamos lo que esté en nuestra mano para evitar este gran problema humano, tratando la información con corrección. Que quede claro: La información correcta del suicidio salva vidas. No sólo los profesionales sanitarios están implicados en prevenir esta lacra, los periodistas y los comunicadores tienen un importante papel en que las cifras de suicidios disminuyan.

Referencias:

Influences of the media on suicide
Media influence on suicide
Suicide and the media
Preventing suicide by influencing mass-media reporting.
The Viennese experience 1980–1996. FUENTE: ARN

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