Este blog no es compatible con todos los navegadores y sistemas operativos

Este blog no es compatible con todos los navegadores y sistemas operativos

2/8/11

Olga Arédez: “Si no nos movemos desde abajo, no pasa nada”


Foto del sitio del PTS: http://www.pts.org.ar
Olga Arédez fue una militante por los derechos humanos en Jujuy. Fue una de las 30 mujeres que crearon la organización local Madres de Plaza de Mayo en esa provincia en donde el poder tiene una sola cabeza: el ingenio Ledesma. Una de las víctimas de la represión ilegal fue su marido, el médico Luis Arédez. Y sabía -como la gran mayoría del pueblo jujeño- que el ingenio tuvo un rol fundamental en esa etapa represiva.
De hecho, en la llamada “Noche de los Apagones”, el 27 de julio de 1976, se cortó la luz en el departamento de Ledesma para que fuerzas de seguridad secuestraran a estudiantes, trabajadores y profesionales. Algunos fueron liberados, 30 permanecen desaparecidos. Entre ellos Luis Arédez, el esposo de Olga, un médico que fue intendente del lugar. Personal y vehículos del ingenio fueron utilizados esa noche.
Desde Libertador General San Martín, ella protagonizó una lucha sin descanso. Reclamaba la aparición con vida de estos 30. Quería justicia. Y denunciaba el poder de la familia Blaquier, que hasta mataba al pueblo con la contaminación de sus fábricas sin chimeneas.
En el año 2004, Olga Arédez fue entrevistada por Marcelo Pascuccio, en una vieja Palangana que se emitía por la FM Mix de Neuquén capital. La excusa era la presentación del documental “Sol de Noche”, de Pablo Milstein y Norberto Ludin, producida por Eduardo Aliverti, en donde se denuncia el poder infame de Ledesma.
En esos días, ella estaba bajo tratamiento médico por una enfermedad que -un año después- le llevó la vida. Murió el 17 de marzo de 2005 por la contaminación que producía el ingenio. Una enfermedad llamada bagazoosis fue progresando hasta matarla. Pero dio batalla hasta el último día. Su ejemplo y su lucha adquieren singular vigencia hoy, cuando el poder del imperio Ledesma se llevó otras cuatro vidas.
Ella decía que en Jujuy había una gran complicidad de los políticos, del poder económico, y de la iglesia católica sobre lo ocurrido durante la dictadura militar. “La Justicia para nosotros, todavía no actuó. Estamos a la espera”, decía, como quien espera algo que tiene que llegar inexorablemente.

Contaminación

En esa entrevista, Olga Arédez contaba que a pesar de que cambiaron las autoridades de la empresa, la cuestión de fondo no cambió. “Ahora hay menos gente trabajando porque ellos tecnificaron toda la industria. Cien trabajadores fueron reemplazados por una máquina. Pero la contaminación del ambiente y la salud de la población sigue muy comprometida, porque el gobierno no les impone que pongan freno desde el gobierno para que pongan filtros a la chimenea, para que pongan fuera de la población una montaña de desechos de caña de azúcar que está dentro de la población, y que el viento dispersa y que respiramos todos. Es el bagazo -decía- que produce una alteración de los bronquios que puede derivar en cáncer que se llama bagazoosis. De eso me estaba tratando en Córdoba y perdí medio pulmón”, sostuvo.
Decía que estaba muy bien que las fábricas se radiquen en las provincias, “pero no tienen derecho a envenenar a la población contaminando el agua, la tierra y el aire”.
Esperaba que la difusión de la película Sol de Noche tuviera algún efecto político. Es decir, que alguna autoridad hiciera algo por evitar la contaminación. “No podemos esperar solamente que sean los políticos y los gobernantes: tiene que ser la población la que salga a reclamar y exigir la defensa de la salud y la educación. Si no nos movemos desde abajo, no pasa nada”, señalaba.
También explicaba que muchos de los políticos de Jujuy “vienen de la vieja guardia y están acostumbrados -como dice el directivo de Ledesma en la película- a recibir la coima. Lo dice el directivo: Nosotros coimeamos a todo el mundo. Porque sino, una empresa de la envergadura de Ledesma, no se mantiene”.
A pesar de su enfermedad, Olga Arédez tenía mucha esperanza en la gente. Contaba cómo en las primeras marchas de Madres de desaparecidos en Jujuy, eran apenas 30: “Caminábamos. Muchas veces ante la burla de la gente, insultos de esos alcahuetes que por unas monedas hacen servicio a los poderosos. Pero en silencio seguimos dando vuelta todos los jueves”.
En sus últimos días, las marchas eran multitudinarias. “Ocho mil. Diez mil. Vienen con su familia, sus hijos, sus nietos. Esto es lo que ha logrado seguir con esta lucha”. Ella decía que no importaba “que no nos acompañen los políticos, ni los sindicalistas del ingenio Ledesma”. Lo que valoraba era la presencia del pueblo en las calles.( nota del año 2004)...FUENTE. 8300

No hay comentarios:

Publicar un comentario